Foto: Páginas de Oro de la Ciudad de Paraná en su primer centenario 1826 - 1926. A. Zanini
El Hospital Materno Infantil San Roque tiene más de cien años de historia. A lo largo de su vida ha pasado por numerosas transformaciones edilicias e institucionales. Es una institución que fue creada a partir de la inquietud de la comunidad por el cuidado de la salud de sus niños.
A comienzos del siglo XX, en la ciudad de Paraná existía un grupo de mujeres organizadas para brindar ayuda a la población más vulnerable. Nucleadas bajo el nombre de Sociedad de Beneficencia Fundadora1, detectaron la necesidad de crear una institución para colaborar con la lactancia de los bebés, cuyas madres no producían leche materna y no contaban con la posibilidad económica de contratar una nodriza. A esa idea se le sumó la de contar con un Hospital de Niños, tan necesario en un contexto que evidenciaba una gran mortalidad infantil.
En la sesión del 15 de diciembre de 1907, la asociación autoriza a su presidenta, Doña Dolores Parera de Auli, a comprar un terreno para la construcción del Hospital de Niños y Gota de Leche “San Roque”. “El terreno se adquirió en 1908, estableciéndose las alcancías públicas como medio de aportar recursos para la sociedad patrocinante”2.
Cartas de aquella época expresan que el sector de la ciudad dónde se ubicaba el terreno era por ese entonces zona de pantanos, basurales y tierra removida, lo que hacía que en los días de lluvia la única forma de llegar sea en carretas de bueyes3.
El 25 de mayo de 1908 se colocó la Piedra Fundamental en el terreno ubicado entre las calles La Rioja y San Luís. En el acto, el discurso estuvo a cargo del Dr. Carlos de Elía4 quien destacó la importancia de la labor solidaria y filantrópica de las damas. Estuvieron presentes autoridades nacionales y provinciales, junto al obispo diocesano, y ante una gran concurrencia de público paranaenses.
Mientras se desarrollaba el evento, las niñas repartieron medallas alusivas y recolectaron donaciones que alcanzaron la suma de $749.
El próximo paso fue confeccionar los planos para la construcción del edificio que oficiaría de hospital y gota de leche. Una vez aprobados, se llamó a licitación para concretar la obra. El texto expresaba:
“Licitación - Sociedad de Beneficencia Fundadora - De acuerdo con lo resuelto por la Comisión Directiva de la Sociedad de Beneficencia Fundadora, llámese a licitación por el término de quince días para la construcción de los pabellones del Hospital de Niños y Gota de Leche, de conformidad a los planos y pliegos de especificaciones que pueden verse en casa de la señora presidente, calle Gualeguaychú número 69. Las propuestas serán presentadas bajo pliego cerrado y se abrirán el día 8 de enero de 1909 en la misma casa de la señora presidente a las ________ de la _______ en presencia del escribano don Emerio Arca y de los proponentes que concurran. La Sociedad se reserva el derecho de aceptar la propuesta que considere más ventajosa o de rechazarlas a todas si lo creyere conveniente. Paraná, Diciembre de 1908. Mercedes D. de Gzez. Calderón - Pro Secretaria”5
La tarea se asignó a los arquitectos Fasiolo y Stori de la Capital Federal. A su vez, en marzo de 1909, se conformó una comisión para asesorar a la Sociedad de Beneficencia, integrada por el Dr. Miguel Laurencena, el Dr. Carlos D. Elia, el Ing. César Menegazzo, el Dr. Francisco Medus y don Julio P. Parera.
El contrato para la construcción del primer pabellón se firmó con el constructor Pablo Natalí, mientras que la construcción del segundo estuvo a cargo del Ing. César Menegazzo.
En la sesión de la Sociedad de Beneficencia, con fecha de agosto de 1911, su presidenta doña Justa V. de Elía anunció que estaban finalizados los dos pabellones proyectados. Además estaba concluída la construcción de las reparticiones para la dirección y la administración, dependencia del servicio, obras sanitarias, la nivelación y cercado del terreno: el Hospital de Niños y Gota de Leche estaba en condiciones de ser inaugurado.
Debido a la necesidad de atención a los niños de la ciudad, la institución comenzó a funcionar inmediatamente y la inauguración oficial se dilató un año. El Dr. Francisco D. Medus fue designado como director para poner en marcha la institución: fue él quien presentó el reglamento interno y organizó los primeros servicios.
Foto: Museo de la Ciudad "César Blas Pérez Colman"
El 15 de mayo de 1912, la Sociedad de Beneficencia definió que la institución se denominaría “Hospital de Niños y Gota de Leche San Roque”.
La inauguración se realizó el 17 de noviembre de 1912. En el acto, el nuevo edificio fue bendecido por el obispo diocesano, quien estuvo acompañado por los padrinos y madrinas: las señoras socias fundadoras y las de la comisión directiva, con sus respectivos maridos.
Socias fundadoras: Celestina Antelo de Díaz, Petrona Fernández de Oroño, Jacinta R. de Breduc, Fortuna S. de García, Librada S. de Cané, Teresa González del Soial de Martínez Fontes, Agustina Quesada de Victorica.
Comisión directiva: Mercedes Cané de Menegasso y su esposo Ing. César Menegasso, Dolores Parera de Auli, María Berduc de Pillado, Emina Gomensoro de Payret y su esposo el Sr. Bernardo L. Payret, María Luisa Sartori de Ruiz y su esposo Sr. Manuel G. Ruiz, Amalia Mazranti de Wybert y su esposo el Sr. Carlos Wybert, Angela Languasco de Gonzalez y su esposo el Dr. Anotonio L. Gonzalez, Juata V. de Elía y su esposo Dr. Carlos M. de Elía, Isabel B. de Laurencena y su esposo Miguel Laurencena, Celestina Díaz de Soler, Justa O. de Arteaga y su esposo el Sr. Santiago Arteaga, María Teresa Pérez Colman de Medus y su esposo el Dr. Francisco D. Medus, Sara Albariños de Roballos y su esposo el Dr. Antonio Roballos, Catalina Martínez Fontes de Pérez Colman y su esposo el Dr. César B. Pérez Colman. Gobernador: Dr. Prócoro Crespo y su esposa; el señor Ministro de Gobierno y su esposa; y el sr. Ministro de Hacienda Dr. Manuel de Tétanos.6
La institución de salud administrada por la Sociedad de Beneficencia queda definitivamente habilitada el 1 de septiembre de 1915. Para ese entonces llega a la ciudad el médico Alberto Sobral, quien asume la dirección de la institución y será el único médico del hospital durante los próximos 9 años.
Una carta del Dr. Sobral, publicada en el libro "Páginas de Oro de la Ciudad de Paraná en su primer centenario 1826-1926", nos permite conocer cómo fueron esos tiempos inaugurales para la medicina y la atención hospitalaria en Paraná.
“Abrimos las puertas de una casa que tenía que inspirar confianza a la gente que tenía que dejar sus niños en ella, bajo el cuidado de personas extrañas, infringiendo viejas costumbres. Abrimos esas puertas ante muchas indiferencias y muchos deseos de fracaso: era un hospital de niños sin el hábito de las hermanas y sin la decoración de los íconos: no hacía ese trabajo; no hacía ese trabajo u hijo de la ciudad, y ni siquiera un médico arraigado en ella, y a pesar del escepticismo, la indiferencia y la suspicacia, llegamos a fuerza de trabajo y de energía a llenar un enorme vacío en la Sociedad, satisfacer, en una gran parte de la Provincia una necesidad económica y social. No encontramos en los profesionales y gente dirigente que debió colaborar desde el principio con nosotros, para inculcar en un público inculto, principios de civilización, y todavía siento el rubor que me producía, cuando oía decir a ciertos profesionales legos de medicina que en una epidemia pasada de escarlatina (en la cual no me encontré por razones de edad), los curanderos y las curanderas habían salvado los pocos niños escapados a la debacle!!! Y que los médicos no sabían curar enfermedades de niños, teniendo que recurrir para la curación de sus hijos a los misteriosos exorcismos de las viejas o de otros que no eran viejos, pero habían nacido con igual virtud providencial! Contra eso, contra todo el ambiente hostil ante todo producido, el Hospital de Niños se impuso en esta gran aldea, donde se ha llegado hasta la barbaridad de pedir, para ciertas personas, permisos especiales para curar, dado el enorme prestigio de sus curas, a pesar de ser completamente analfabetas. Hubo algunos momentos en que me encontré completamente solo, y sentí gravitar sobre mí, a cualquier innovación o compra efectuada para el hospital, la oculta burla y sonrisa del que de antemano desea el fracaso del innovador que pretendía hacer cosas que nadie había hecho. Esto que lo digo con mi firma es el recuerdo amargo de momentos injustos. Todavía conservo en mis recuerdos , el de cosas inauditas hechas y dichas en forma, naturalmente de escapatoria, por personas vencidas por el desengaño propio y por el éxito de los demás, pero que gozaban de una confianza inatacable y de una respetabilidad descollante. Algunos profesionales médicos llegaron hasta la casa pidiendo trabajar en ella, y allí encontraron un lugar de labor y de independencia pero ninguno llegó a compenetrarse con el Hospital y sucesivamente salieron, en pos de solicitaciones más de acuerdo con sus deseos o conocimientos, o sin querer adaptar a la disciplina del trabajo hospitalario. Solamente por amistad particular se me reemplazó algunas veces que me ausentaba; de todas maneras, en su oportunidad agradecimos los servicios prestados. Hubo una época, y esto lo digo para evocar un recuerdo no lejano y pintoresco, en que para restar enfermos al consultorio externo del Hospital de Niños algunos trabajaban en sus consultorios y a domicilio atendiendo ese público menesteroso, con el consiguiente fracaso, pues en ninguna parte se encontraba la comodidad y la atención y los recursos de que disponíamos nosotros en nuestro pequeño pero bien atendido hospital. La guerra no fue tan larga como estúpida, y las cosas se encauzaron en su corriente natural. ¡La filantropía es costosa, y el enfermo requiere ante todo tranquilidad e higiene: y cualquiera no es filántropo! Naturalmente, en estas líneas que solamente yo he podido y debido decir y afirmar, porque en la vida del Hospital de Niños está sintetizada mi vida profesional (...). Si bien es cierto muchas veces hemos sido combatidos por tal o cual orientación que no vislumbraban espíritus aldeanos, también es verdad que el pueblo de Paraná acompañó en toda hora su pequeño Hospital de Niños, y puede decirse, cuando el subsidio llegaba tarde o era escaso, o cuando se necesitó imperiosamente de su ayuda, el pueblo reemplazó al rico y con su pequeña dádiva, muchas veces multiplicada, hizo lo que no han hecho las grandes fortunas, que todavía no han podido gravar un nombre en el frontispicio de ninguna sala de sus hospitales. El hospital recibe, como fuente de recursos, los siguientes subsidios: De la Municipalidad ……….…$1200 \ Del Gobierno…………….……$3600 \ Del Gobierno de la Nación….$5292. Es de hacerse notar que hasta hace un año la Municipalidad pasaba al hospital solamente la suma de 50 pesos”.
En la misma carta el Dr. Sobral presenta un informe de las atenciones que se realizaron en el hospital desde septiembre de 1916 a 1926, comenzando con 1348 atenciones por consultorio externo en el primer año, y finalizando con 7712 atenciones en 1926.
Hacia 1920 se dispuso de la piedra fundamental de la “Sala Urquiza”, ya que era necesaria una ampliación. En 1924 se construyen las salas de operaciones y esterilizaciones, la morgue y un subsuelo.7
Para 1926 el hospital contaba con un pabellón subdividido por dos tabiques de vidrio, que conformaban tres salas con capacidad para 30 pacientes, una de ellas destinadas a cunas para lactantes solamente. Dos habitaciones con cuatro cunas reservadas para enfermos graves y sus acompañantes; consultorios externos; sala de lactantes con sus madres; instrumental quirúrgico; rayos; laboratorio y fotografía.
Foto: Sala de Rayos X. Páginas de Oro de la Ciudad de Paraná en su primer centenario 1826 - 1926. A. Zanini
Un pabellón más pequeño era utilizado como sala de aislamiento: con capacidad para 10 camas y especialmente útil en épocas de epidemias; consultorios externos; sala de lactantes con sus madres; instrumental quirúrgico; rayos; laboratorio; y fotografía.
Además del Dr. Sobral, se incorporaron más tarde dos médicos internos: los doctores Generoso Schiavone y Alberto Guzmán.
Foto: Dres. Generoso Schiavone y Alberto Guzmán. Páginas de Oro de la ciudad de Paraná en su primer centenario 1826 - 1926. A. Zanini.
Durante los próximos años el Hospital de Niños fue dirigido por Alberto Guzman (1926 - 1928); Luis A. Varisco (1928 - 1930); Luis A. Iribarren (1930-1932); Emilio Icasati (1932-1933); Generoso Schiavone (1933-1936); Luis A. Iribarren nuevamente en 1936; también interinamente ocupó el cargo la Dra. Elizabeth López Meneclier8.
Para fines de la década del 30 funcionaron las salas de Clínica Médica, a cargo del Dr. Francisco Idelshon; Clínica de Enfermedades Infecciosas dirigida por el Dr. José M. Rodríguez; y Clínica Quirúrgica con su jefe el Dr. Alejandro Gesino.
En 1947 el Hospital cumplió 35 años de vida, para ese entonces contaba con 120 camas y estaba a cargo del Dr. Ovidio Rosas Costa.
Los servicios que brindaban atención a la comunidad eran los siguientes: sala de clínica médica, jefe Dr. Luis Zaidenberg; sala de cirugía, jefe Dr. Ovidio Rosas Costa; adscripto Dr. Elías Roffé; sala de infecciosas, jefe Dr. José María Rodríguez; radiografía, Jefe Dr. Ángel Ríos; consultorio interno, Jefe Dr. Julián Obaid, adscriptos dres. Alfonso Manuele, Francisco Idhelson, Luis Zaidenberg, Rosas Costas, Elías Roffé; garganta, naríz y oído, jefe Dr. Juan Arcioni, adscriptos: doctores Basaldúa y Guillerno Brodsky; consultorio odontológico Dr. Miguel E. Zeballos, adscriptos: Emanuel Wybert; laboratorio de análisis, Jefe Dr. César A. Ara, adscripta Dra. Laura Varela.
En ese año, sólo en el mes de Octubre, los consultorios externos atendieron 900 pacientes, hospitalizándose en el mismo periodo un total de 73 personas en las distintas salas9.
En cuanto al mantenimiento y el financiamiento de los gastos necesarios para el funcionamiento del Hospital, en ese entonces el hospital recibía $20000 de aportes de la Provincia; $20000 de aportes de la Nación y $3600 de parte del Municipio. La inversión anual era de $91000 por lo que la Sociedad de Beneficencia se encargaba de cubrir el faltante, garantizando la atención de la salud de los niños de la ciudad y la zona. Su presidente en ese momento era la Sra. María Lola Pérez Colman de Zeballos.
El Hospital también contaba con patios soleados y parque con juegos mecánicos “dónde ha de completarse la recuperación de la salud dando rienda suelta a su inquietud infantil”.
En diciembre de ese mismo año también se inauguró la “Poufonier”, un espacio para el cuidado de los niños cuyas madres trabajan y tienen que dejar a sus hijos con otras personas durante el horario laboral.
Del recurso humano con el que contaba el hospital, sólo cuatro de sus médicos tenían un sueldo por parte del Estado, el resto trabajaban ad-honorem. 42 empleados que recibían sus sueldos “de acuerdo al arancel fijado por el Sindicato de Enfermería” completaban la nómina de trabajadores. Además colaboraban con la atención y el cuidado de los pacientes un grupo de Hermanas de Caridad Terciarias Franciscanas, con títulos de enfermeras nacionales.
La Sociedad de Beneficencia Fundadora se hizo cargo de la administración del Hospital de Niños San Roque hasta 1950. El 21 de agosto de ese año se reunió en asamblea para determinar la entrega del Hospital de Niños San Roque al Gobierno de la Provincia. El Decreto Nº 3353/1950 expresaba que “la situación económica por la que atraviesa la sociedad mencionada no le permite continuar con la prestación de los servicios médico-asistenciales y hacer frente a las erogaciones que el hospital demanda”.10
De este modo el Gobierno de Entre Ríos acepta la transferencia a favor de la provincia del Hospital de Niños “San Roque”, “así como todos los bienes muebles, inmuebles, semovientes, etc. afectados a sus servicios, resuelta en asamblea general ordinaria”11 y se compromete a mejorar los servicios que se prestan y adaptarlos para lograr cubrir las necesidades de la población12.
Con el paso de los años fue necesaria una nueva ampliación de la estructura edilicia del hospital. Para poder llevar adelante la obra fue necesario trasladar la atención e internación a otros espacios: durante esos años los consultorios externos y las salas de internación pediátricas funcionaron en las actuales galerías del Hospital Palma, por eso el recuerdo de muchos paranaense vinculan al Hospital San Roque con el Complejo Escuela Hogar “Eva Perón” (ubicada en el mismo predio que el Hospital Palma).
Una vez finalizada la obra, se organizaron todos los servicios en las nuevas instalaciones del Hospital San Roque. En esa misma mudanza también se trasladó a los nuevos edificios el servicio de Maternidad del Hospital San Martín. Según el archivo fotográfico del Museo Martiniano Leguizamón, la inauguración se realizó el 30 de diciembre de 1970.
La década del `80 también trajo mejoras e inició un camino hacia una atención de mayor complejidad. En 1986 se creó la Unidad de Terapia Intensiva, siendo la primera pública pediátrica de Entre Ríos. En 1988 se inauguró el Sistema de Residencias en la Provincia de Entre Ríos, y al año siguiente inició la Residencia de Pediatría con sede en nuestro hospital. En 1988, también, se creó la guardia activa del Servicio de Neonatología del Hospital. Todas estos avances fueron promovidos y apoyados por la Sociedad Argentina de Pediatría - Filial Río Paraná13.
Ya en la década del `90, comenzó la construcción de la torre que hoy permite ubicar rápidamente al Hospital San Roque en la geografía urbana paranaense. Esta importante obra fue una iniciativa de la Asociación de Familiares y Amigos de Ayuda el Enfermo Hematooncológico de Entre Ríos (Faheer), en 1995. Durante la planificación del proyecto se tomaron en cuenta las necesidades de los profesionales de cada especialidad, por ello cada piso presenta características propias. La obra comenzó en marzo de 1997 y fue necesario demoler una parte de la antigua edificación. Se construyeron 8 pisos, una planta baja con túneles de evacuación y un subsuelo14. Fue inaugurado en el año 2000.
Foto: Vista de la torre de ocho pisos.
El Hospital Materno Infantil San Roque trabaja día a día para mejorar la calidad del servicio que ofrece, capacitando a sus trabajadores, e incorporando tecnología biomédica de última generación.
Brinda atención en 49 especialidades y cuenta con guardias activas en pediatría y obstetricia las 24 hs.
Posee un Servicio de Hemoterapia, que es modelo en la provincia, con recurso humano especializado y equipamiento que posibilita la separación celular y procedimientos de alta complejidad. Recibe a donantes voluntarios de sangre durante todo el año.
El Hospital es sede formadora en las especialidades de Pediatría, Terapia Intensiva Infantil, Tocoginecología, Obstetricia Comunitaria, Neonatología, Cirugía Infantil, Otorrinolaringología y Odontología Comunitaria.
Como toda institución de salud moderna, cuenta con cuatro Comités que colaboran en el trabajo diario, en diferentes áreas: Comité de Bioética; Comité de Control de Infecciones; Comité de Docencia e Investigación y Comité de Mortalidad.
El Hospital forma parte de la red de Telesalud y Comunicación a Distancia, que es utilizada para recibir/brindar asesoramiento sobre el abordaje clínico de un paciente; coordinar, dirigir o construir estrategias sanitarias;capacitar a los trabajadores y/o difundir conocimiento generado en la institución; realizar atenciones y seguimientos a los pacientes.
También funcionan programas que posibilitan la ejecución de políticas públicas sanitarias, como el Programa de Pesquisa Neonatal de la Provincia de Entre Ríos “Programa Juan”, Programa Sonreir, Cardiopatías Congénitas, Sistema de Atención a las Maloclusiones (SAM), Prevención de Caries en Discapacidad (Pre.Ca.Di.).
Foto: Primer alta vía Telesalud
1 -La Sociedad de Beneficencia Fundadora existía desde 1874, estaba dedicada principalmente al cuidado y protección de los niños, como a diversas acciones solidarias que llevaban adelante con los aportes de los socios y la comunidad en general.
2 -El Diario, 17 de noviembre de 1947. “Cumple Hoy el 35ª aniversario de su fundación el Hospital de Niños y Gota de Leche”.
3 -Carta del Dr. Alberto Sobral. Noviembre 1926. En Páginas de Oro de la Ciudad de Paraná en su centenario 1826 -1926. Alfredo A. Zanini.
4 -Revista literaria, festiva y de actualidad. Mayo de 1908. Año I, N° 8.
5 -“El Hospital de niños San Roque de Paraná”. En: http://lasolapaentrerriana.blogspot.com/2016/06/el-hospital-de-ninos-san-roque-de-parana.html
6 -El Diario, 17 de noviembre de 1947. “Cumple Hoy el 35ª aniversario de su fundación el Hospital de Niños y Gota de Leche”.
7 -Según Documento de la Sociedad de Beneficencia Fundadora. Elaboración propia.
8 -Sors, Ofelia (1981). Paraná. Dos siglos y cuarto de su evolución urbana 1730-1955. Editorial Colmegna
9 -El Diario, 17 de noviembre de 1947. “Cumple Hoy el 35ª aniversario de su fundación el Hospital de Niños y Gota de Leche”.
10 -Decreto Nª 3353/1950. M.S.P. Poder Ejecutivo de la Provincia de Entre Ríos. 16 de octubre de 1950.
11 -Ibídem
12 -La Sociedad de Beneficencia Fundadora, por su parte, continuó su trabajo vinculado al cuidado de la salud fusionándose con el Instituto para el Tratamiento de la Parálisis Infantil, en 1955. Estableció su sede en calle La Rioja 488 y se dedicó al tratamiento y recuperación de afecciones que involucran el aparato locomotor. Luego se firmó un convenio con el Hospital de Niños para centralizar aquí la atención de todas las etapas de la poliomielitis, formalizando el trabajo conjunto.
13 -“Filial Río Paraná. Región Litoral” Disponible en: https://www.sap.org.ar/sap/filiales/historia/15//filial-rio-parana-region-litoral.html
14 -El Diario. “Tendrá un helipuerto cautivo de emergencias”. 24 de Noviembre de 1998.
15 -Según información recopilada en: Sors, Ofelia (1981) . Paraná. Dos siglos y cuarto de su evolución urbana 1730-1955 | Zanini, Afredo. Páginas de Oro de la Ciudad de Paraná en su centenario 1826 -27 de agosto -1926 | El Diario. “Cumple Hoy el 35ª aniversario de su fundación el Hospital de Niños y Gota de Leche”. 17 de noviembre de 1947 | Decretos de desiganción de cargos del Ministerio de Salud de la Provincia de Entre Ríos.