Esta renovación del espacio de espera de la guardia central de pediatría significó un proceso con múltiples desafíos, porque la guardia nunca frena y su funcionamiento no puede interrumpirse. A la vez se trató de un trabajo necesario, porque sabemos que los espacios físicos hacen a la calidad de los cuidados.
Para que esto fuera posible contamos con el apoyo fundamental de la Cooperadora San Roque, aportando materiales, y con el trabajo de nuestro sector de mantenimiento.
Como hospital, consideramos que la calidad de nuestros cuidados involucran todos los aspectos de la experiencia que nuestros pacientes y sus familias tienen. El aspecto del lugar donde se espera la atención es fundamental.
Un ambiente trabajado de esta manera contribuye a reducir la ansiedad y la angustia, y habilita una mejor experiencia en la atención de guardia.
La ambientación acompañó la implementación de la estrategia de triage.
El triage es una forma rápida y efectiva de ordenar la prioridad de la atención, según la gravedad de las situaciones que llegan a la guardia. Así, no se atiende por orden de llegada, sino según se valore la situación.
Esperamos que estos esfuerzos sirvan para que las familias y especialmente nuestros pacientes, puedan transitar su paso por la guardia de una manera lo más satisfactoria posible.